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Los monstruos que esconde el mar

La evolución de la navegación ha dificultado el avistamiento de estos seres.

Durante un tiempo, o quizás durante toda la historia de la navegación, se ha tenido constancia de extrañas criaturas marinas que han sido documentadas por las tripulaciones. La evolución de la navegación, así como el ruido de sus motores, han dificultado el avistamiento de estos monstruos marinos. Existen muchas historias que hablan sobre ellos pero hay tres de especial relevancia.

Por un lado, en 1876, un transatlántico que cubría la ruta entre Inglaterra y Australia, fue avistada por tripulantes y pasajeros una criatura. Aseguraban que medía unos 60 metros de longitud, que tenía una cabeza que se levantaba sobre el agua y apariencia de dragón. Dicen que les acompañó durante más de media hora de travesía y se dedicó a observarles sin violencia.

Años después, en 1915, un submarino alemán divisó un gran mercante inglés y, tras disparar un torpedo que provocó una enorme explosión, el mercante se hundió, Cuentan que, cuando se estaba sumergiendo, hubo una segunda explosión que sacó a la superficie un enorme cocodrilo de más de 20 metros que posteriormente despareció entres los restos del naufragio.

Por último, el caso de un submarino que, al salir a recargar baterías a las superficie, el comandante divisó una criatura adherida a la cubierta. La definió como un ser con una cabeza gigante y cuernos. Aunque consiguieron ahuyentarla, dicen que causó tantos daños que el submarino terminó hundiéndose.